Ubicada en la provincia cajamarquina de Jaén, la huaca Montegrande, descubierta por el arqueólogo peruano Quirino Olivera, es la primera construcción en la Amazonía destinada a la veneración y culto religioso con una antigüedad de 5 mil 300 años, la cual está formada por una gran espiral de 400 m2 donde se han encontrado una gran cantidad de restos arqueológicos como cerámicas, batanes de piedra, artefactos, enterramientos humanos y fogones.
La espiral es el símbolo más antiguo y universal de la historia de la humanidad y su significado está vinculado al ciclo de la vida.
Montegrande está conectada, a través del río Chinchipe, con otra huaca ubicada en el cantón ecuatoriano de Palanda, lugar donde se encontró el cacao más antiguo del mundo que data de hace 5 mil 300 años.
Estos hallazgos ponen en vigencia las tesis del arqueólogo Julio C. Tello sobre el origen amazónico de la cultura peruana, así como demuestran que en la alta Amazonía existieron sociedades de desarrollo complejo tal y como se ve en la lógica de la ocupación espacial y en el diseño y realización de templos, como es el caso de Montegrande.
Esta semana es importante para la huaca Montegrande, proyecto arqueológico que cuenta con el apoyo financiero del Capítulo Perú del Plan Binacional de la Región Fronteriza Perú – Ecuador, debido a que un grupo internacional de la cadena PBS de Estados Unidos, dirigido por el antropólogo y documentalista británico canadiense Graham Townsley, se encuentra realizando una película documental sobre la huaca. En esta visita también participa el brasileño Eduardo Neves, uno de los mayores especialistas del mundo en arqueología amazónica.
Fotografía: Iñigo Maneiro Labayen