Este fin de semana se desarrolló en Quito, Ecuador, la XV Reunión de la Comisión de Vecindad Peruano-Ecuatoriana, que fue copresidida por el ministro de Relaciones Exteriores del Perú, César Landa Arroyo, y el ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana del Ecuador, Juan Carlos Holguín Maldonado.
La Comisión de Vecindad fue creada en los Acuerdos de Paz de Brasilia de 1998 y constituye un mecanismo que ha tenido un gran impacto en la relación bilateral, pues ha contribuido para la formulación de una agenda positiva común que promueve el desarrollo y la integración fronteriza.
Tras la reunión de vecindad, los cancilleres de ambos países aprobaron el Plan de Acción de Loja, el cual guiará el trabajo bilateral a lo largo del 2023, en asuntos de alto interés binacional en materia social, económica, ambiental, infraestructura y seguridad.
Los ministros Landa Arroyo y Holguín Maldonado reafirmaron su compromiso de retomar el dinamismo de los mecanismos bilaterales creados por los Acuerdos de Paz de 1998 y saludaron la exitosa reactivación de la Comisión de Vecindad y los Comités Técnicos Binacionales, y expresaron su satisfacción por el excelente nivel de la relación bilateral.
RECONOCIMIENTO
Asimismo, los cancilleres atendieron la presentación de los informes evaluativos del Plan Binacional de Desarrollo de la Región Fronteriza, mecanismo creado en los Acuerdos de Paz de Brasilia de 1998 con el objeto de ejecutar actividades y proyectos en las poblaciones fronterizas, que permitan acelerar su desarrollo productivo y social, a fin de mejorar su calidad de vida.
Los informes fueron expuestos por el doctor Oscar Schiappa-Pietra (director ejecutivo del Capítulo Perú) y el ingeniero Fernando Íñiguez Celi (director ejecutivo del Capítulo Ecuador), recibiendo las felicitaciones de los ministros de Relaciones Exteriores, quienes resaltaron la importancia de la gestión realizada.
En tal sentido, y en reconocimiento del accionar desarrollado, los cancilleres manifestaron la necesidad de la ampliación de su vigencia por un plazo adicional de diez años, teniendo en consideración la contribución de ambos Capítulos para elevar la calidad de vida de sus poblaciones y ser un modelo de consolidación de la paz y de fortalecimiento de la integración.